XAGAR

Hitz Galduen Topagunea

Aldatzeko beldurra / Miedo al cambio

Como en todos los ámbitos de la vida, aquí también hay diferentes posturas. Es normal. Pero ilógico.

Mientras estamos metidos en plena campaña navideña nos encontramos con algunas personas que viven en una monotonía tan absurda que hasta ellos mismos se aburren del aburrimiento.

Mientras algunos estamos decididos a innovar todo lo que se pueda echando abajo viejas paredes otros construyen paredes nuevas para que no consigamos nuestro objetivo. Es verdad, hay personas que lo hacen sin querer, pero no nos engañemos, también hay gente que lo único que busca es seguir con su buena vida. Tienen miedo a cambiar, pero, ¿porqué? ¿qué creen que van a perder con el cambio? ¿acaso creen que les afectará a ellos?

Están equivocados. Tienen miedo a perder el poder. A abrir las ventanas para que otras personas innovadoras lleguen a la cúpula y puedan traer nuevos aires.
Viven en la comodidad de la inercia. Aquí, como en los equipos de fútbol, cuando las cosas no van bien, debería haber un cambio en la dirección del equipo. Porque mientras el defensa se caga, el medio punta se mea y el delantero intenta meter goles a mazazos, el árbitro no hace su trabajo y nos les saca del terreno de juego. Y el banquillo, mudo. Lo crudo de esta historia es que el aficionado que grita desde las gradas que no está agusto, es el peor parado. Porque él no puede ni decidir, ni conseguir cambiar nada. Él solo paga.

Esta claro, y el que no lo ve, se hace el ciego, que este equipo no va bien.

Me siento como si me hubieses pagado para perder este partido. Me siento como el jugador que sale en el minuto 87 aún sabiendo que todo el mundo cree que no afectará en el resultado. Pues lo siento, salgo y marco gol. El cambio más insignificante altera el estado del partido.

Pero al menos, enorgullecido digo que hay algunos que merecen la pena. Alguno que aunque piense que estamos en el minuto 87, merece hacer ese cambio e intentar entre todos ver que otro mundo es posible.

Ahora es nuestro trabajo decidir si queremos seguir mudos ante la monotonía, o gritar a los cuatro vientos que es hora de cambiar. Intentemos entre todos, construir un nuevo barco, que nos ayude a navegar hacia aguas mejores. Pero recordad que los cambios, como un sabio amigo me dice siempre, se hacen poliki-poliki*.


* despacito-despacito

3 comentarios:

arrazoi osoa ....

..... :S .....

 

Ez da gauza errexa monotonia hortatik ihes egitea, eta 87. minutuan gaudela pentsatzen badugu, zailagoa.

Baina arazo makalena galtzeko botererik ez duten eta asperturik dauden gizasemeekin gertatzen da. Horiek bai zorigaiztokoak.

 

Bueno, baino garrantzitsuena gizarte desitsuratu honetan, aldaketa txikienak bere ondorioak dituela konturea da. Hori lortu ezkero, 87. minutuko aldaketak zentzua hartzen du.

Hori izan beharko luke gure gizarte lana.